Sus fotos son siempre precisas, no solo por la calidad técnica de las imágenes sino por el encuadre y por la habilidad con que detecta el momento justo de apretar el obturador.

Una vez que la película está en pantalla, para quien ha podido acceder a las inmensas carpetas de Eduardo, en la memoria se entrecruzan las referencias. Es muy difícil distinguir de dónde proviene el recuerdo, si de las fotos ya vistas, que retrataron la escena y la secuencia precisa o de su materialización cinematográfica. Es como haber visto la película sin movimiento y sin sonido.

Jeyma Cruz Madruga