Paola Martínez Fiterre. La revalorización de lo natural
Escrito por Yailuma VázquezLa naturaleza femenina siempre ha sido forzosamente vinculada con la belleza y el anhelo de alcanzarla. Esta búsqueda, más que la asunción de un espacio de poder, se ha convertido en una camisa de fuerza que ha condenado a la mujer a ser bonita, reduciendo sus posibilidades para valorada por ser audaz, inteligente, próspera.
En este sentido la obra fotográfica de la joven Paola Martínez Fiterre (La Habana, 1992) –graduada de San Alejandro y actual estudiante del ISA– invierte la ecuación al trastocar significados y al considerar que el maquillaje puede provenir de la naturaleza, en una especie de anulación muy interesante del tradicional discurso de la belleza femenina.
Por otro lado, establecer un vínculo visual entre elementos de la naturaleza y otros creados por el hombre resulta crucial en su obra. Como la propia fotógrafa ha afirmado: «A nuestro alrededor existen pequeños universos que pueden ser reinterpretados. La similitud entre objetos cotidianos y elementos naturales me invade en todo momento. Disfrazar y confundir sus usuales conceptos y significados, ya sea variando sus contextos y/o alterándolos mediante su manipulación, se ha convertido en el leitmotiv de mi creación.» Dentro de su fotografía conceptual se percibe también el interés por encontrar la belleza en lo que pasa desapercibido normalmente porque no se puede ver.
Sus juegos visuales resultan además muy interesantes. En una pieza como Good Luck los significados también son trastocados. Un trébol de cuatro hojas, símbolo universal de la suerte, es atrapado por un anzuelo de pescar, la escena –débilmente iluminada– focaliza un halo de luz sobre ambos objetos descontextualizados de sus habituales espacios. El tono irónico resulta innegable. ¿Quién ha tenido buena suerte? parece ser la pregunta difícil de contestar.
A pesar de su juventud, la obra de Paola Martínez posee una fuerza conceptual y un empuje innegables, más propios de fotógrafos consagrados. Tras su aparente simplicidad se enmascara también un discurso femenino y existencial que valoriza completamente su producción. Son obras de juventud que tienen mucho que decir, por tratarse de una fotografía creativa y, al mismo tiempo, bien pensada. No podemos dejar de esperar sus próximas producciones que, sin lugar a dudas, dejarán su huella en el universo fotográfico cubano.
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