Con Dávalos la fotografía de pose alcanza nuevos significados, porque en lugar de intentar hacer parecer la instantánea como un ejercicio natural, se refuerza el  hecho de que todo en la imagen ha sido conscientemente construido, estudiado, calculado. La pretendida relajación que exhiben una gran parte de sus modelos es subvertida tenazmente por la visualidad de una posición antinatural producto de años de entrenamiento. Lo mismo que muchas de estas trabajan sobre otros significados, manejando siempre discursos visuales distintos: cuerpos que son más que estatuas, más que olas, más que hadas que acompañan a personajes típicos de la ciudad.

El mayor logro de Gabriel Dávalos esta sin dudas en la belleza de esta fotografía que a partir de la imagen del cuerpo humano –femenino y masculino– potencia su sensualidad y su elegancia. De ahí que su primer libro Habana sensual (2014) resuma de manera brillante sus dos líneas temáticas de interés la ciudad y el ballet. El libro presenta en 60 fotografías las imágenes de solistas, bailarines principales y primeras figuras de compañías como el American Ballet Theatre y el Ballet Nacional de Cuba, así como también la nueva hornada de jóvenes estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet. Entre sus protagonistas cabe destacar a Xiomara Reyes, Alejandro Virelles, Viengsay Valdés, Amaya Rodríguez, Grettel Morejón y Serafín Castro, entre otros.